No habrá un argumento suficiente para dar una respuesta contundente y precisa a este interrogante. Sin embargo, es nuestra responsabilidad y aún más nuestro compromiso, permitir que estos “objetos de belleza” sobrevivan.

Cada vitral tiene un valor único y es en sí mismo una obra de arte, por lo que su conservación y restauración deben desarrollarse con el más alto nivel de cuidado y profesionalidad, atendiendo a su origen temporal. La correcta intervención de un vitral incluye conocer el contexto histórico y entorno arquitectónico y por ello requiere de la participación de un equipo interdisciplinario que garantice  la adecuada ejecución de cada etapa del proyecto.

La importancia de restaurar  va más allá de asegurar la subsistencia de la obra en el presente, por cuanto consiste también en asegurar la transmisión de su existencia a las generaciones futuras, como parte de un legado que al embellecer los espacios va a traducirse en  la apropiación de los mismos y en un renovado sentido de pertenencia.

Nuestro principal referente: Catedral Metropolitana de Bucaramanga, Parroquia de la Sagrada Familia, donde en la actualidad estamos en obra, bajo un plan director de los procesos de restauracion y conservacion diseñado por nuestra artista y restauradora Alejandra Ramirez.